NUEVA ETIQUETA ENERGÉTICA

¿QUÉ ES LA ETIQUETA ENERGÉTICA DE LOS PRODUCTOS?

La etiqueta energética comenzó a utilizarse en 1995. Con este etiquetado el consumidor puede obtener información sobre el consumo energético que tienen los diferentes productos durante su funcionamiento. Así, se pueden identificar los aparatos que consumen más o menos energía y por lo tanto los más o menos eficientes. De esta forma se ayuda al consumidor a la hora de tomar la decisión de adquirir un aparato u otro ya que cuanto más eficiente sea, más ahorro tendrá en sus facturas.

¿POR QUÉ MODIFICAR LA ETIQUETA EXISTENTE?

Con el tiempo se han ido agregando clases energéticas más altas a las más antiguas. Inicialmente la escala era de A a G, y A+, A++, A+++, etc... han aparecido por encima de estas. Esto hizo que la elección del consumidor fuera mucho más difícil. De hecho, los dispositivos calificados como A o incluso A+, son a veces los menos eficientes del mercado. Este es uno de los motivos del cambio de etiqueta, hacer más clara y sencilla la información para el consumidor.

Para estar en armonía con los dispositivos que, en virtud de sus tecnologías, son cada vez más eficientes energéticamente (electricidad, agua y luz), las etiquetas energéticas se revisan con una escala de calificación adecuada. El proceso, regulado a nivel europeo, se realiza aproximadamente cada 10 años.
Los dispositivos menos eficientes están prohibidos para la venta, los que consumen menos energía se distinguen por clases energéticas más valiosas.

Como hemos indicado anteriormente, la constante evolución de los aparatos eléctricos en cuanto a la eficiencia energética ha hecho que se requieran más clases energéticas para dar paso a los productos más eficientes que van entrando en el mercado. De ahí, el reescalado de las categorías y el cambio hacia una nueva etiqueta. 

¿CUÁLES SON LOS CAMBIOS?

1. Las categorías compuestas antes por A+++, A++, A+, A, B, C y D se convertirán ahora en A, B, C, D, E, F Y G. Mucho más simple y comprensible, con iconos más legibles.
2. Un dispositivo actualmente clasificado como A+++, podrá pasar a ser clasificado como mínimo B en la nueva escala, y un dispositivo calificado como A+ se podrá convertir en G.
3. Durante los primeros meses, la clase A permanecerá prácticamente vacía debido a las altas exigencias para entrar en esa categoría.
4. Se destacan las características basadas en el programa ECO en el caso de lavadoras y lavavajillas.
5. Nuevo cálculo. El consumo se expresa por cada 100 ciclos y no de forma anual en el caso de lavadoras y lavavajillas.
6. Los decibelios (dB) se expresarán de forma numérica y debajo se mostrará la letra (clase de emisión de ruido).
7. Un código QR en cada etiqueta permitirá al consumidor acceder a un base de datos electrónica de productos, con el fin de obtener más información.

Ejemplo de etiqueta energética de un lavavajillas

¿LOS CAMBIOS AFECTARÁN A LA EFICIENCIA DE LOS PRODUCTOS?

No. Los electrodomésticos seguirán siendo los mismos. Un determinado lavavajillas con la etiqueta antigua, será el mismo lavavajillas con la etiqueta nueva solo que pertenecerá a una clase diferente. Estos cambios harán que lo productos bajen de categoría debido a que las exigencias a cumplir serán mayores, pero su eficiencia seguirá siendo la misma. Es sólo un cambio de denominación para dejar paso en categorías superiores a los productos que sean más eficientes.

Al producirse un cambio en la forma de calcular la clasificación energética, no se podrá ver una correspondencia directa entre la antigua y la nueva etiqueta. Por ello, no será extraño ver productos que aún siendo los mismos, tendrán un consumo diferente indicado en las etiquetas.

¿QUÉ ELECTRODOMÉSTICOS SE VERÁN AFECTADOS?

Son 5 las clases de electrodomésticos que estarán afectadas por este cambio de etiqueta: lavavajillas, lavadoras, frigoríficos y congeladores, televisores y bombillas.

*Friforíficos y congeladores, incluidos los productos de almacenamiento de vino
**Televisores y pantallas